Nivel de dificultad: Medio / avanzado
Objetivo:
Estimular el pensamiento sintético, las emociones, la motricidad fina, la observación de las formas, la creatividad. Capturar la atención por medio del dibujo y ejercitar el pensamiento sintético.
Hoy vamos a profundizar un poco más en esta relación entre emojis y cultura, analizaremos algunas obras de arte que, por las emociones que transmiten, podrían emparentarse con estos símbolos. Sabemos que la idea del emoji es tan antigua como la humanidad misma y puede rastrearse hasta las épocas de los jeroglíficos y los ideogramas. Ya vimos el tema de “emojis” en un video anterior.
Estos símbolos no sólo circulan en nuestras comunicaciones diarias, sino que ya son parte de colecciones de museos de arte contemporáneo. Donde ya no es necesario que aquello que se adquiera y exhiba sea un objeto físico. Paul Galloway, especialista del departamento de arquitectura y diseño del MOMA dice sobre este tema “(Los emojis) son una muestra poderosa de la capacidad que tiene el diseño para alterar el comportamiento humano“ y “Estas obras maestras plantaron las semillas de un crecimiento explosivo del lenguaje visual”.
Entonces vamos a ver una serie de pinturas que tienen una relación formal muy semejante a algunos emojis.
🤦🏻♀– Madame François Buron, de Jacques Louis David
emoji el facepalm, el popular gesto de llevarse una mano a la frente en señal de incredulidad o paciencia.
Esta pintura se ha convertido en el meme de los memes: el Retrato de Madame Buron, realizado por el pintor neoclásico Jacques Louis David en 1769. A grandes rasgos no tiene nada de especial que lo diferencie de otros de sus retratos de juventud, pero su forma natural de mirar al espectador, como si le acabaran de dar una sorpresa y tal vez no muy grata.
😂 – Demócrito, de Johannes Moreelse
No es que la historia del arte esté repleta de personajes risueños. En realidad al visitar un museo, la risa más bien brilla por su ausencia. Demócrito, el personaje que vemos aquí retratado por Johannes Moreelse en 1630. Demócrito era un filósofo de la antigua Grecia y su risa solía acompañarse por las lágrimas de Heráclito, como dos actitudes opuestas de enfrentarse a la vida.
🤔 – El Pensador, de Auguste Rodin
El propio Rodin describía así su obra: “Lo que hace que mi pensador piense es que no piensa solo con su cerebro, su ceño fruncido, sus fosas nasales distendidas y sus labios apretados, sino que lo hace con cada músculo de sus brazos, espalda y piernas, con su puño cerrado y sus dedos de los pies encogidos”. Desde entonces, El pensador se ha convertido en un auténtico icono universal. Para muchos, es la plasmación más fiel del acto de pensar.
💩 – Mierda de artista, de Piero Mazoni
El artista Piero Manzoni consideró el cuerpo del artista como productor de arte, por lo que todo lo que saliera de él sería una obra, ya fuera aliento, excrementos, e incluso la simple firma colocada sobre cualquier cosa. La cosa llegó al extremo cuando en 1961, Manzoni puso sus propios excrementos en 90 latas de metal de 5 cm de alto y un diámetro de 6,5 cm y las etiquetó literalmente con las palabras «Mierda de Artista». Vendió cada lata al peso teniendo en cuenta la cotización de oro del día. Hoy podemos ver esas latas en instituciones tan prestigiosas como el Georges Pompidou de París, la TATE Gallery de Londres y el MOMA de Nueva York. En el año 2007 incluso se llegó a subastar un ejemplar en 124.000€… Al final va a resultar que este tipo era un auténtico artista…
Muchos coincidieron en que para emoji mítico, el de la caquita sonriente, que a todos suele parecernos simpática.
😱 – El Grito, de Edvard Munch
Las similitudes son más que evidentes: si se afirmara con la suficiente convicción, nadie negaría la inspiración de este emoji en El Grito. Y es que no sería la primera vez que la obra de Munch sirve de referencia. Sin ir más lejos, la célebre máscara de la película Scream también se inspira en esta obra.
El Grito es la búsqueda desesperada de plasmar la angustia que invadió al artista una tarde de 1891, mientras paseaba con sus amigos. Su obsesión le llevó a realizar cuatro versiones originales de la obra, además de otras tantas obras previas que perseguían transmitir este mismo sentimiento. La versión más famosa de El Grito es, tal vez, la que se encuentra en la Galería Nacional de Oslo y fue acabada en 1893, aunque la verdad es que todas son bastante similares.
Y ahora llega la parte en la que se rompen todos los esquemas: ¿sabías que el personaje de esta obra no está gritando? También existe una litografía de la obra. Y así es como se desvela una intención muy diferente: la figura no estaría gritando, sino tapándose los oídos.
Por otro lado les quiero compartir este video de la artista Carla Gannis, la obra se llama el Jardín de las delicias emoji / The Garden of emoji Delights. Es un tríptico animado donde utiliza los emojis para representar la obra del Jardín de las delicias del Bosco.